García-Piña, C et al. (2009) Guía para la atención del abuso sexual infantil. Acta Pediátrica de México, 30, 2, pp. 94-103

El diagnóstico de abuso sexual infantil (ASI) suele ser complicado, principalmente cuando el médico tiene poca experiencia. En la dinámica  del ASI intervienen diversos factores. La coerción es uno de los más importantes para establecer el diagnóstico. Durante la evaluación,  es indispensable evitar una nueva agresión (“victimizado”), lo que requiere que la evaluación se realice por un equipo interdisciplinario  con experiencia. De no ser posible, el paciente debe referirse a una institución especializada. Se debe evitar la repetición de entrevistas, de interrogatorio y de exploración física. En el caso de agresiones crónicas no es urgente realizar la exploración física. El tipo de abuso más frecuente es el incesto padre-hija y la agresión más común son los tocamientos en el 90% de los casos; por ello, no es frecuente encontrar lesiones durante la exploración genito-anal. Las consecuencias del ASI dependen del apoyo familiar, del grado de culpabilidad que los padres hayan creado en el niño así como de las estrategias de afrontamiento de que disponga la víctima.